Realizar un puré con las bananas. Reservar.
Fundir el chocolate y mantenerlo a unos 50°C (se necesita a esa temperatura en el momento de mezclarlo).
Separar las claras de las yemas.
Batir las yemas con la fructosa durante 6 minutos.
Batir las claras a punto de nieve hasta obtener un merengue bien blanco.
Añadir a las yemas batidas el puré de bananas y la vainilla y mezclar bien. Si se desea, en este momento se puede añadir también la ralladura de naranja. Agregar la harina mezclada y tamizada previamente con el cacao en polvo y la levadura química. Incorporar con la ayuda de una lengua.
Añadir ahora el chocolate derretido (debemos ser rápidos para evitar que el chocolate se enfríe y endurezca la mezcla). Por último, añadir el merengue mezclando cuidadosamente con la ayuda de una lengua para evitar que se licúe.
Colocar la masa dentro de un molde de 20 cm de diámetro, previamente engrasado, y hornear durante 18 minutos aprox. a 170°C.
Mientras el bizcocho está en el horno, calentar la nata y volcar dentro el chocolate bien picado. Revolver bien hasta que se derrita completamente y se mezcle bien con la nata. No deben quedar grumos de chocolate: la mezcla debe ser lisa y brillante.
Una vez frío, volcar encima la crema de chocolate. Dejar reposar en la nevera durante 2 horas para que la crema endurezca y adquiera la textura correcta.
Espolvorear con cacao en polvo amargo antes de servir.
Consejo: lo ideal es degustar este pastel a unos 16°C; a esa temperatura el sabor del chocolate se apreciará mejor.