Tartaleta de cerezas al merlot y crema de almendras

En un bol grande, mezclar la mantequilla, el azúcar y la ralladura de limón hasta blanquear. Poco a poco, añadir el huevo y la vainilla. Agregar la harina tamizada junto con la sal y mezclar hasta obtener una masa homogénea y lisa. Enfriar durante 30 minutos aproximadamente hasta que esté firme.

Estirar la masa hasta que tenga 3 mm de grosor aproximadamente y reservar.

Quitar los huesos de las cerezas. Calentar el vino a fuego bajo. En una sartén aparte, calentar el azúcar hasta que se convierta en caramelo y se empiece a dorar. Poner la mitad del vino en la sartén junto con el caramelo y llevar a ebullición. Poco a poco, ir agregando el resto del vino asegurándose que vuelve a hervir antes de agregar más. Añadir la vaina de vainilla y cocinar hasta que la salsa esté ligeramente espesa. Agregar las cerezas y cocer a fuego bajo unos 5 minutos hasta que empiecen a ablandarse. Quitar las cerezas de la salsa y reducirla hasta que adquiera una consistencia de sirope. Quitar la vaina de vainilla, reservar la salsa y enfriar.

Poner un aro en una bandeja para horno forrada con papel de horno. Forrar también el aro con papel de horno. Forrar el molde con la masa reservada. Retirar con un cuchillo la masa sobrante y, con cuidado, hacer pequeños agujeros en la base con un tenedor y enfriar durante 15 minutos. Forrar con dos capas de papel film resistente al calor, cubrir con garbanzos para hornear y hornear en blanco durante 15 o 20 minutos hasta que la masa empiece a tomar color. Quitar el papel film con las legumbres de hornear y reservar.

Bajar la temperatura del horno a 160°C. En un bol grande, batir la mantequilla, el azúcar, la ralladura de limón y el extracto de vainilla hasta que blanquee. Poco a poco, añadir los huevos uno por uno, batiendo bien antes de incorporar el otro. Agregar la harina y la almendra triturada tamizadas, y mezclar. Agregar el kirsch y batir hasta que la mezcla esté suave. Con una cuchara, rellenar con crema la tartaleta y alisar. Volver a llevar al horno y hornear entre 20 y 25 minutos, hasta que tenga color dorado y esté seco al tocar.

Colocar unas cerezas sobre la crema de almendras. Con un pincel, cubrir las cerezas con el sirope reducido. Trocear unos pistachos y espolvorear sobre la tartaleta.