Secreto ninguno, pero técnicas a aplicar y productos a seleccionar sí. De hecho, varios y todos importantes.
En primer lugar la selección de un buen lomo de bacalao, o unas buenas kokotxas de merluza o bacalao, que nos garanticen la extracción de gran parte de la gelatina.
Después la selección del recipiente y la cantidad de aceite para confitar el bacalao. Debemos usar la mínima cantidad de aceite (pero siendo suficiente) para que así la gelatina y el sabor se disperse lo menos posible. Una vez conseguido esto, la cocción es muy importante pues es de donde se extrae la gelatina. El bacalao debe estar bien confitado y la gelatina debe ser visible; para ello es importante que la temperatura sea adecuada y mover el recipiente para así liberar esta gelatina.
Una vez tenemos el pescado, la gelatina y el aceite un buen consejo, es decantar todo para así emulsionar cómodamente. En el punto de emulsionar mantener la temperatura es también importante. Puedes ver un vídeo explicativo sobre cómo llevar a cabo está técnica aquí.